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La obra literaria de Alfonso Reyes es tan amplia y diversa como profunda, es una invitación a leer, pensar y entender el espíritu humano, lo que afirma el doctor Alfonso Rangel Guerra, estudioso de la vida y la obra del autor de Visión de Anáhuac y quien asegura que la obra completa de Reyes tiene “el carácter inquisitivo como conductor hacia los más diversos ámbitos del saber y la cultura, y el impulso lúdico como animador de la creación espiritual”.

El ex rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León aseguró que la obra de Reyes debería ser cercana a todos los mexicanos, pues no sólo hay temas para todos los gustos, sino también es una obra que debe interesar a todos los jóvenes estudiantes.

“Creo que la juventud en general debe estar abierta a esta visión tan amplia, tan importante y tan vigorosa que tiene Reyes sobre la cultura, el conocimiento, la condición humana, el hombre en general, sobre lo que es, digámoslo así, la experiencia de la vida”, señaló Rangel Guerra.

La publicación de su libro Palabras para Alfonso Reyes, que recién editó El Colegio de México, forma parte del programa de ediciones y actividades conmemorativas por el 75 aniversario de su fundación como La Casa de España en México, hoy El Colegio de México. Se trata de una reunión de textos escritos por el Rangel Guerra entre 1955 y 2012.

El autor lamenta que Reyes sea poco leído y consultado, incluso en vida. “Cuando vivía, se le leía poco, ahora se le lee menos; hace falta un impulso que permita que las nuevas generaciones se acerquen a la obra de Reyes”.

Rangel Guerra señala que tal vez sea pertinente hacer ediciones de ensayos sueltos o temáticos y se editen por separado para un acceso más sencillo.

Sin embargo acepta, que “Visión de Anáhuac” es una de las obras más conocidas y citadas.

Historia de una amistad

En 1955, la Universidad Autónoma de Nuevo León le encargo al joven Alfonso Rangel Guerra hacer un libro para conmemorar los 50 años de la publicación de su primer poema “Diario” en el periódico El espectador. “Con ese motivo fui a la ciudad de México y ahí empezó el trato personal con Reyes, cautivante, inteligente, siempre generoso. Lo conocí siendo yo muy joven, me cautivó su personalidad, generosidad, tranquilidad, equilibrio mental, me puse a leer su obra y desde entonces no he dejado de leerlo, para mí fue un privilegio poder conocerlo entre 1955 y 1958”.

Rangel Guerra fue cercano a Reyes durante los últimos cuatro años de vida del intelectual; mantuvieron una correspondencia intensa que se volvió más esporádica entre 1958 y 1959, tiempo en que Rangel Guerra radicó en París; sin embargo, mantuvo un acercamiento más con el ser humano que con el pensador.

A partir de 2009, cuando Guerra Rangel recibió el Premio Alfonso Reyes, se dio a la tarea de reunir todos los textos que ha escrito sobre Reyes por más de 50 años.

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