- Rodrigo Martínez Baracs, historiador y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), presentará su ensayo “Guadalupanismo y antiguadalupanismo franciscano”, en el marco del ciclo Lecturas estatutarias de la AML.
- “Los franciscanos estuvieron imbricados de varias maneras, complejas e inaccesibles, en los inicios del culto guadalupano en el Tepeyac, fuente de inagotables conjeturas”, afirma.
- La lectura se proyectará el próximo jueves 22 de agosto, en punto de las 13:00 horas, a través de la página de Facebook y del canal de YouTube de la AML.
En el marco del ciclo Lecturas estatutarias de la AML, Rodrigo Martínez Baracs, historiador y miembro de número de la institución, presentará su ensayo “Guadalupanismo y antiguadalupanismo franciscano”, en el que aborda el tema de la oposición de los frailes franciscanos del siglo XVI al creciente culto guadalupano, así como la devoción que por ella sintieron los primeros integrantes de la orden que vinieron a México, debido a sus vínculos con Extremadura, provincia castellana donde se encuentra la imagen original de la Virgen de Guadalupe.
A lo largo de su presentación, Martínez Baracs narra cómo los franciscanos contribuyeron a la propagación del culto guadalupano en España primero y en México después, desde los primeros años de la conquista espiritual, aunque después hayan modificado su actitud, como lo muestra el sermón de fray Francisco de Bustamente contra el arzobispo fray Alonso de Montúfar por impulsar el culto a una imagen de la Virgen, pintada por Marcos Cípac, en la ermita de Tepeaquilla (Tepeyácac). También aborda la postura de fray Bernardino de Sahagún contra el culto a Santa María de Guadalupe en Tepeyácac, expuesta en su Historia universal de las cosas de la Nueva España.
Para Martínez Baracs, resulta de interés observar cuáles son los orígenes del antiguadalupanismo franciscano, iniciado hacia 1539, desde el cambio de actitud ante los “cultos de sustitución” que ellos habían fundado hasta los ejercicios de desalentar la devoción mariana bajo el argumento de no adorar imágenes, sólo a Dios. No es sino hasta 1554 que, por consejo del humanista Francisco Cervantes de Salazar el arzobispo Montúfar decide dar nueva vida a la ermita de Tepeaquilla e impulsar ahí el culto mariano en beneficio del arzobispado.
“Los franciscanos estuvieron imbricados de varias maneras, complejas e inaccesibles, en los inicios del culto guadalupano en el Tepeyac, fuente de inagotables conjeturas”, afirma el investigador y autor del libro El maestro Miguel León-Portilla (AML, 2023).
La lectura será transmitida el próximo jueves 1 de agosto, a las 13:00 horas, a través de la página de Facebook y del canal de YouTube de la AML.
