Refrán que en hemistiquios octosílabos aconseja gozar de la felicidad presente pues será seguida pronto de días aciagos. El texto emplea "tu abril y mayo" para significar metafóricamente el momento presente y "tu agosto" para significar los inevitables tiempos difíciles. Es un refrán en forma de consejo, de enunciación exclamativa, que se usa a guisa de consuelo en situaciones desfavorables al enunciador.