Refrán popular que en sentido literal dice lo que enuncia y cuyo sentido paremiológico sentencia que cuando alguien es inepto le hecha la culpa a lo que sea, con tal de salir bien librado. Se usa en situaciones de ineptitud justificada. Tiene la forma de una sentencia. En el refranero mexicano, no sólo el mal "arriero" , sino la mala partera y aún el escribiente malo tienen a quien echarle la culpa: El primer miembro del refrán ubica al profesional malo -arriero, partera, escribiente-; el segundo, en cambio, al culpado -burros, mulas, mulo, parturienta y hasta al culo-. Los dos miembros que conforman este refrán son octosílabos y no riman entre sí. De este refrán hay al menos tres variantes: "de que el arriero es malo, le echa la culpa a los burros" (F. 89); "cuando el arriero es malo, le echa la culpa al macho" (F. 105); "cuando el arriero es pendejo, le echa la culpa a las mula